° William Zavaleta Huaccha
Cusco, 04 de febrero del 2015
En 1997 Leif Edvinsson y Michael
Malone lanzan su Teoría del Capital Intelectual para medir el valor de los
Activos Intelectuales de una Organización, que va a representar el valor
Intangible de la misma, la que sumado al valor tangible nos daría el valor
total de la organización. A mi criterio, una mayor precisión, nos lleva a la
siguiente expresión:
Vm = Vt + Vi + Vcm
donde:
Vm= valor de mercado de la
organización
Vt= valor tangible de la
organización
Vi = valor intangible de la
organización
Vt + vi= valor total contable de
la organización
Vcm= valor por consideraciones de
mercado (incluye el valor especulativo)
El Vt podemos obtenerla de la cuenta patrimonio
neto.
El Vi representa el valor de los
activos intelectuales o intangibles, el valor escondido, el Capital Intelectual
de la organización.
Por supuesto que existe otras
metodologías para medir el Valor de una organización, algunas muy complejas y
discrepantes entre sí, sin embargo la importancia de la propuesta de Edvinsson
y Malone radica en que sustenta que este valor intangible es mucho mayor que el
valor tangible, lo que evidencia el paso a una economía diferente, la economía
del conocimiento, dado que para producir este valor no se recurre
principalmente a las máquinas, sino al conocimiento o más precisamente al
capital intelectual como factor de producción central, no exclusivo por cierto.
La Economía del Conocimiento para
algunos autores, entre los que me inscribo, representa un estadio tecnológico
productivo superior al industrial, como este lo fue en su momento a la economía
agraria; siendo los países desarrollados los que habrían ingresado a esta
economía.
El paso a esta Nueva Economía
tiene grandes implicancias en la gestión
de las empresas y en la organización del estado: “El administrador moderno debe
pasar de gestionar activos tangibles a gestionar activos intangibles como
actividad central” indica Peter Drucker, La inversión en la Supercarretera de la
Información (internet) no puede ser menor a la inversión en las carreteras físicas,
criticaba en EEUU, Alvin Tofler en los años 90. Esto solo por mencionar dos
ejemplos relevantes.
Desde mi punto de vista el
Capital intelectual no solo debe ser visto como una medida del valor de los
activos intangibles, de por sí una función
importante, tal como lo propusiera Edvinsson y Malone, sino también como un
factor de producción, el factor central en la economía del conocimiento.
Si bien Edvinsson y Malone desarrollaron
su Teoría para medir el valor económico de los activos intangibles de una
organización (definieron esta como la posesión de conocimientos, experiencia
aplicada, tecnología organizacional, relaciones con clientes y destrezas
profesionales que dan a la empresa una ventaja competitiva en el mercado; también podemos definirla como las capacidades
humanas, estructurales y relacionales para generar economía; ambas definiciones
empresariales del Capital intelectual), podemos aplicar su Teoría a la medición
del Capital Intelectual de un
Profesional, es decir medir el valor económico de las capacidades del
profesional para generar economía, que equivale a medir el valor económico de
las competencias de un profesional, la
misma que varía en el tiempo por cierto.
Si consideramos los datos
mencionados más adelante y adecuamos la fórmula para medir el Capital Intelectual
propuesta por Edvinsson, podemos determinar la Valoración Económica
de Competencias de un Egresado ( el Capital
Intelectual de un Profesional) de una Universidad Pública (podemos medir
también de una universidad privada):
Datos:
C = $ 100,000
inversión en la formación de un profesional en Países Desarrollados
C = $
50,000 inversión en la formación
de un profesional en Países Emergentes
C = $
30,000 inversión en la formación
de un profesional en ALC
i = 0.9
universidad de primer nivel en países del primer mundo
i = 0.9
universidad de primer nivel en países emergentes
i = 0.9
universidad de primer nivel en países del tercer mundo
Asignamos
el valor del índice de eficiencia de una universidad (eficiencia en la
formación profesional) al índice de eficiencia de sus respectivos egresados.
Sabemos por fórmula:
C.I = C x i ,
donde : C.I.= capital intelectual, C=
inversiones en activos intangibles
i
= índice de eficiencia del egresado
Entonces:
C.I = C x i = 100,000 (0.9) = $ 90,000 valor de competencias profesionales de un
egresado de una universidad destacada en países del primer mundo.
C.I = C x i = 50,000 (0.9) = $ 45,000 valor de competencias profesionales de un
egresado de una universidad destacada en países emergentes.
C.I = C x i = 30,000 (0.9) = $ 27,000 valor de competencias profesionales de un
egresado de una universidad destacada en países de ALC.
Con
ello logramos darle un valor económico aproximado, a aquello del cual se realizaba solo una
valoración cualitativa.
Si
asumimos el instante de egresar como
punto inicial y su valor económico el calculado líneas arriba, podemos calcular
el valor de las competencias de un profesional (su capital intelectual) en un
tiempo “ t “ . Realizado esto, podemos generar una serie de innovaciones como
los “Derechos de Transferencia Laboral”, pero este tema es materia de otra
publicación.
° El Autor es Magister en
Desarrollo y Gestión, Ingeniero Ambiental, Docente en el Posgrado de la
Universidad Nacional de Ingeniería, y en el MBA del Posgrado de la Universidad
San Martin de Porres Lima – Perú.
Investigador en Economía y Gestión del Conocimiento. Consultor en Responsabilidad Social en Pegasus
Consultores SAC.
*Puede acceder a la propuesta
Derechos de Transferencia Laboral, en el siguiente enlace: http://economia-conocimiento.blogspot.com/2013/10/derechos-de-transferencia-laboral.html
Derechos de Transferencia Laboral por William Fernando Zavaleta Huaccha se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución 3.0 Unported.
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