LATINOAMERICA Y EL DESARROLLO EN LA ECONOMÍA DEL CONOCIMIENTO

°William Zavaleta Huaccha

El Bicentenario de la Independencia de varios Estados Sudamericanos, representa un contexto de singular trascendencia, que debe invitar a la reflexión, no solo del camino transitado, sino también, a la discusión de conceptos, estrategias y/o fundamentos, que han de guiar en adelante, las políticas de nuestros países para alcanzar el Desarrollo.

La vigencia del modelo económico neoliberal en algunos Estados Latinoamericanos, supone, el congelamiento de remuneraciones (busca atraer inversiones, las cuales por lo general se orientan a los sectores primarios y comerciales), la “libre competencia” (se traduce en captura del estado por grupos económicos nacionales e internacionales), la flexibilización laboral, etc., ocasionando un incremento de la desigualdad social, la generación de monopolios, la precarización del trabajo, etc.

La implementación de modelos de economía nacional de mercado, por gobiernos progresistas, con el mayor impulso económico a la educación, la mejora de las remuneraciones, la regulación del mercado en mayor o menor grado, esfuerzos orientados a disminuir la desigualdad social.

Los precios altos de las materias primas, en el lapso de una década aproximadamente, favoreció el crecimiento económico en las economías de la región, independientemente del modelo económico aplicado, y si bien, se tradujo en un incremento de los ingresos de la población, se ha sobredimensionado sus resultados, al anunciar la reducción ostensible de la pobreza, cuando ésta, en realidad, se calcula a partir de pobreza monetaria, una línea económica extremadamente baja.

La desaceleración económica internacional, crisis en algunas economías, originada por la desregulación del sistema financiero norteamericano, hecha crisis a partir del 2007, alcanza en la actualidad, no solo a economías extractivas, como la nuestra, sino también, a economías manufactureras, y tecnificadas. Alcanza también, a ambos modelos económicos mencionados.

Una respuesta económica común a ambos modelos, ha centrado sus esfuerzos en la expansión keynesiana, logrando poco o ningún resultado.

Los gobiernos neoliberales, en tanto, han reducido impuesto a las grandes empresas con la intención manifiesta de reanimar la inversión, situación que no se ha dado, porque es claro, que a menor demanda, menor inversión privada.

Durante décadas realizamos esfuerzos por configurar estados capitalistas o socialistas industriales, buscando impulsar este tipo de producción, solo México y Brasil, lograron dar pasos iniciales en esa  dirección, los demás, fallamos en el intento, seguimos siendo economías primarias.

De cara al Bicentenario en nuestros países latinoamericanos, emprender iniciativas inscritas en políticas que nos lleven al Desarrollo, pasa por reconocer que la economía internacional, al transitar por un nuevo estadio tecnológico - productivo, ha devenido en Economía del Conocimiento, y que esta representa, un estadio del desarrollo, superior al industrial.

Al igual que en el pasado configuramos un Estado Industrial, con la aspiración de impulsar este tipo de economía, hoy en nuestros países, se hace necesario impulsar un Estado para la Economía Social del Conocimiento.

Un Estado para la “Economía Social del Conocimiento basado en Capital Intelectual”, debe considerar un código para el conocimiento, el equivalente a la ley de sociedades mercantiles de la economía industrial, en ella, la propiedad del conocimiento, compartida entre inversionista y creador, es un imperativo para alejarnos de la ineficiencia y la inequidad. El reconocimiento legal de activos intelectuales de la empresa, de técnicos y profesionales. La transacción económica de los activos intelectuales de técnicos y profesionales que he denominado “Derechos de Transferencia Laboral”.

En general, nuevas herramientas económicas para un nuevo Estado, que además, contribuyen a una reactivación económica, desde una perspectiva de la equidad.

La educación para la innovación es otra de sus características, un educando que ha de innovar y/o generar conocimiento, que nos aleje de ser países importadores netos de conocimiento. Una educación que forja un sujeto dinamizador del crecimiento económico.

Construir Economía del Conocimiento, implica, que nuestras políticas, generen igualdad de oportunidades, para el acceso a la educación de calidad, con la finalidad de que sus ciudadanos alcancen el progreso personal, en base a sus esfuerzos y capacidades intelectuales. De hecho los ingresos en este tipo de economía se deben corresponder con los esfuerzos mencionados.

Impulsar Economía del Conocimiento, demanda, invertir en investigación, innovación e infraestructura tecnológica, más que en infraestructura física, es decir, invertir para desarrollar capital intelectual. Y es que existe una “Lógica de la Economía del Conocimiento”

En definitiva, se requiere construir un Estado e implementar políticas que favorezcan la democratización del acceso, la generación y la aplicación económica del conocimiento, a esto le he llamado “Teoria D: Desarrollo por el Capital Intelectual”, una contribución, para alcanzar el Desarrollo, en nuestros países latinoamericanos.

ECONOMÍA SOCIAL DEL CONOCIMIENTO: Modelo basado en capital intelectual, por William Fernando Zavaleta Huaccha, está registrado bajo Licencia Creative Commons Atribución - Compartir Igual 4.0 Internacional

La “TEORIA D” Teoría del Desarrollo por el Capital Intelectual, creada en noviembre del 2013 por el Mag. Ing. William Fernando Zavaleta Huaccha, se encuentra registrada bajo una Licencia Creative Commons Atribución – Compartir Igual 3.0 Unported.

Derechos de Transferencia Laboral , por William Zavaleta Huaccha, se encuentra registrada bajo una
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“La Lógica de la Economía del Conocimiento” es un artículo escrito por el autor del presente.