"No se pueden parar las revoluciones tecnológicas a base de leyes"

La Vanguardia

El cierre de Megaupload no cogió por sorpresa a Llorenç Valverde (Felanitx, Mallorca, 1953). Vicerrector de Tecnología de la Univeristat Oberta de Catalunya (UOC), licenciado en matemáticas y doctor en Informática, Valverde considera, no obstante, que el caso ha evidenciado que es posible y viable una nueva forma de distribución de los contenidos eninternet, pero reclama más predisposición de la industria cultural. Además es un firme defensor del software libre.

Usted está a favor del software libre ¿Qué es? Es una metodología de hacer y distribuir software que nace a partir de planteamientos éticos.

¿Éticos en qué sentido? En muchos, pero el más importante es que el conocimiento es Patrimonio de la Humanidad.

¿En qué consiste el software libre? Es una metodología en la que te comprometes a dar con el programa el código fuente. Tener acceso a él te permite modificarlo, compartirlo y usarlo. De esta manera se materializa la idea de que nosotros somos más inteligentes que yo. Así se ha construido el conocimiento a lo largo de la historia.

¿Y por qué hay a quién no le gusta? Porque el software se ha llegado a convertir en un producto comercial. Los que defienden y venden software son los que están en contra porque ataca a la supuesta fuente de su negocio.

¿Ataca a los derechos de autor? No. En el software libre es sagrado el reconocimiento del autor. Puedes modificar y distribuir un programa pero siempre debes conservar el reconocimiento al autor. Pero en el tema de los derechos de autor nos estamos dejando pillar por una cosa.

¿Cuál? El caso de Megaupload se plantea desde la perspectiva de los derechos de autor pero estos son solo un daño colateral. Lo que se está discutiendo realmente es un canal de distribución.

Explíquese Históricamente los derechos de autor se pagaban como una parte de lo que se recogía a través del canal de distribución pero cuando este ha cambiado no han sabido adaptar este modelo a internet. Y el grito es “¡pobres autores que no cobran!” cuando básicamente el problema de fondo es la distribución. Queremos consumir de una determinada forma pero eso no quiere decir que seamos ladrones. Me siento muy ofendido cuando me dicen que soy un ladrón porque yo quiero pagar pero quiero hacerlo por el servicio que yo quiero, no por el que me ofrecen. Y voy al cine y a conciertos pero también quiero tener la posibilidad de poder descargármelo en mi ordenador pagando. El caso de Megaupload viene a demostrar que una nueva forma de distribución es tecnológicamente posible y económicamente viable.

Y ¿Por qué las productoras de contenidos no han explotado este canal antes? Esa es la pregunta. Han actuado de una forma incomprensible. No solo no lo han hecho ellos sino que cuando ha querido hacerlo otro rápidamente han puesto cara de perro y leyes. Pero no se pueden parar revoluciones tecnológicas a base de leyes. Además he leído que la gente de Megaupload estaba preparando un sistema para pagar a los autores por el visionado de sus obras.

¿Este conflicto de intereses ha sucedido en más ocasiones? Los mismos que ahora han hecho cerrar Megaupload hace 20 años intentaron que el Tribunal Supremo de los Estados Unidos declarara ilegal la fabricación y venta de vídeos porque decían que vulneraba los derechos de autor cuando lo que vulneraba básicamente era el control que tenían sobre cuándo y cómo se podían ver sus obras. El voto de calidad del presidente del tribunal fue el que paró la demanda. Pero la paradoja fue que los vídeos, y después los DVD, se convirtieron en una tercera pata muy importante de ingresos para la industria de contenidos. ¡Iban a parar su propia fuente de ingresos!

¿Usted está de acuerdo con el cierre de Megaupload? Estoy sorprendido que no lo hubiesen hecho antes y sospecho que no ha pasado porque interesaba como argumento para las leyes SOPA y PIPA, pero es una apreciación subjetiva. En lo que no estoy de acuerdo es que siendo tecnológicamente posible y económicamente viable los propietarios de los contenidos no hayan puesto a mi disposición como cliente este canal de una forma legal y segura. Los que hacen la inversión son los productores de contenidos y es razonable que el retorno lo reciban ellos y los autores. Pero lo que también debe quedar claro es que no han sido suficientemente espabilados como para explotar un canal que es evidente que mayoritariamente queremos.

¿El cierre de Megaupload es un ataque a la libertad de información? El cierre no. Lo que sí que lo puede ser son leyes como la SOPA, la Sinde… Si Megaupload hacía cosas ilegales y se debía cerrar ya hay jueces y policías que lo están mirando y yo no lo debo juzgar. Pero el vacío legal que hay no se debe tapar cerrando los servicios ilegales sino poniendo otros que funcionen.

¿La cultura va un paso por detrás de los ‘piratas’? La cultura no, la industria cultural. Creo que estamos sacrificando la cultura y su difusión por una industria. Y el caso más claro es el libro digital. Tenemos un medio, que es internet, que nos permite difundir las ideas y la cultura de forma instantánea y al alcance de todo el mundo y por proteger una industria lo estamos limitando y parando. Creemos que el libro se debe proteger pero no pensamos en su función. El libro ha sido la mejor máquina de la humanidad para difundir el conocimiento… pero ahora se debe ajustar al rol que tenemos y esta función de transmisión ahora tiene un competidor y debe encontrar su espacio.

¿Cree que seguirán apareciendo sistemas alternativos? Creo que sí. Es más, Megaupload, en palabras de un abogado conocido mío, es como colar agua con un colador y pensar que tapando un agujero no seguirá cayendo agua. Seguirá habiendo otros sistemas.

¿Por qué tienen éxito ideas como la de Meaupload? No porque sean gratis. Los usuarios pedimos ver las cosas cómo y cuando queramos y ese es uno de los efectos que tiene internet. Pero la industria no explota este nicho de mercado que se ha ampliado. Y todo es por el miedo a ser copiados.

¿Qué pasa con los contenidos legales subidos de forma legal en Megaupload? ¿Se han perdido? Algunas personas ya han iniciado demandas… La recuperación de estos archivos no es un tema menor porque en un momento en el que todos tenemos claro que el futuro está en los servicios de cloud y de almacenaje a distancia el hecho de que puedan cerrar de esta manera el acceso a contenidos que son tuyos y que has contratado de forma legal es un golpe al futuro del Clouding. Parecía que el proceso era pasar a tener las cosas almacenadas remotamente y ahora la gente se puede preguntar ¿qué hago con mis fotos de Flickr si mañana lo cierran?

Hay un equilibrio muy difícil entre las posibilidades que ofrece internet y los ataques legales. La paradoja es que los gobiernos usan el número de usuarios de internet y las conexiones de banda ancha como un icono de modernidad pero al final las leyes limitan. Te dicen que te conectes pero por otro lado te advierten “no hagas esto, ni esto, ni esto…”. Es una esquizofrenia porque parece que quieran que usemos internet para determinadas cosas y no para otras.

¿Por velar por los derechos de autor se atacan derechos fundamentales? Si no se atacan, se ponen en peligro… y en algún caso se llega a atacar. A veces es desproporcionada la medida respecto a lo que se quiere proteger porque se infringen otros derechos fundamentales cuando se puede hacer de otra manera.

Quizá los ‘piratas’ les podrían explicar cómo hacerlo… Sí. (risas). Si fuese Hollywood en lugar de cerrar Dotcom lo alquilaría (risas). Ya se ha hecho alguna vez en el mundo informático esto de “en lugar de trabajar contra mí, hazlo conmigo”.

¿En el tema de los derechos de autor quizá el problema es que las leyes de copyright son del siglo XX y estamos en el XXI? No sé si decir que son del siglo XX es un poco osado…

¿Por qué? Creo que son de antes (risas). No se ha pensado en un sistema de la gestión de la copia de autor en un contexto en el que existe internet. Lo único que se ha hecho es limitar al enemigo.

¿Spotify es un ejemplo de buena práctica? Sí. Igual que ITunes. La gente paga. Y la gracia de pagar es que tienes derechos.

¿Cómo cree que acabará el tema de Megaupload? No tengo opinión pero sí esperanzas…

¿Cuáles son? Que se llegará a un modelo razonable en el que como consumidor se pueda acceder a la cultura con los medios que tenemos hoy.

¿Y lo ve factible? Casos como el de Megaupload abren la puerta a ello. Si finalmente los productores de contenidos ven la luz y se dan cuenta que necesariamente deben contar con este canal de distribución sí que se llegará a un acuerdo. Y si no saldrán otros Megaupload.

Los peligros de 2012

Joseph Stiglitz

El año 2011 será recordado como la época en que muchos estadounidenses que siempre habían sido optimistas comenzaron a renunciar a la esperanza. El presidente John F. Kennedy dijo una vez que la marea alta eleva todos los botes. Pero ahora, con la marea baja, los estadounidenses no solo comienzan a ver que quienes tienen mástiles más altos han sido elevados mucho más, sino que muchos de los botes más pequeños han sido destrozados por el agua.

En ese breve momento en que la marea creciente estaba, efectivamente, subiendo, millones de personas creyeron que tenían buenas probabilidades de cumplir su "sueño americano". Ahora también esos sueños están retirándose. En 2011, los ahorros de quienes habían perdido sus empleos en 2008 o 2009 ya se habían gastado. El seguro de desempleo se había terminado. Los titulares que anunciaban nuevas contrataciones -aún insuficientes para incorporar a quienes habitualmente se suman a la fuerza laboral- significaban poco para cincuentones con pocas ilusiones de volver a tener un empleo.

De hecho, las personas de mediana edad que pensaron que estarían desempleadas por unos pocos meses se han dado cuenta a esta altura de que, en realidad, fueron jubiladas a la fuerza. Los jóvenes graduados universitarios con decenas de miles de dólares de deuda en créditos educativos no podían encontrar ningún empleo. La gente se mudó a las casas de sus amigos y los parientes se han convertido en sin techo. Las casas compradas durante la burbuja inmobiliaria aún están en el mercado, o han sido vendidas con pérdidas. Más de siete millones de familias estadounidenses han perdido sus hogares.

El oscuro punto vulnerable de la burbuja financiera de las décadas anteriores también ha quedado completamente expuesto en Europa. Los titubeos por Grecia y la devoción de los Gobiernos nacionales por la austeridad comenzaron a implicar una pesada carga el año pasado. Italia se contagió. El desempleo español, que se había mantenido cerca del 20% desde el comienzo de la recesión, trepó aún más. Lo impensable -el fin del euro- comenzó a verse como una posibilidad real.

Este año parece encaminado a ser aún peor. Es posible, por supuesto, que Estados Unidos solucione sus problemas políticos y adopte finalmente las medidas de estímulo que necesita para reducir el desempleo al 6% o al 7% (el nivel previo a la crisis del 4% o el 5% es demasiado pedir). Pero esto es tan poco probable como que Europa se dé cuenta de que la austeridad por sí misma no resolverá sus problemas. Por el contrario, la austeridad solo exacerbará la desaceleración económica. Sin crecimiento, la crisis de la deuda -y la crisis del euro- solo empeorará. Y la larga crisis que comenzó con el colapso de la burbuja inmobiliaria en 2007 y la recesión que la siguió continuarán.

Además, es posible que los países con los mercados emergentes más importantes, que capearon exitosamente las tormentas de 2008 y 2009, no sobrelleven tan bien los problemas que se perciben en el horizonte. El crecimiento brasileño ya se ha detenido, y eso genera ansiedad entre sus vecinos latinoamericanos.

Mientras tanto, los problemas de largo plazo -incluidos el cambio climático y otras amenazas ambientales, y la creciente desigualdad en la mayoría de los países del mundo- continúan allí. Algunos, incluso, han empeorado. Por ejemplo, el alto desempleo ha deprimido los salarios y aumentado la pobreza.

La buena noticia es que solucionar estos problemas de largo plazo ayudaría a resolver los de corto plazo. Una mayor inversión para adaptar la economía al calentamiento global ayudaría a estimular la actividad económica, el crecimiento y la creación de empleo. Impuestos más progresivos, que redistribuyan desde los ingresos altos hacia los medios y bajos, simultáneamente, reducirían la desigualdad y aumentarían el empleo al impulsar la demanda total. Los impuestos más elevados a los ricos podrían generar ingresos para financiar la necesaria inversión pública, y proporcionar cierta protección social para quienes menos tienen, incluidos los desempleados.

Incluso, sin ampliar el déficit fiscal, esos aumentos de "presupuesto equilibrado" en los impuestos y el gasto reducirían el desempleo y aumentarían el producto. Lo que preocupa, sin embargo, es que la política y la ideología en ambos lados del Atlántico, pero especialmente en Estados Unidos, no permitirá que nada de esto ocurra. La fijación en el déficit inducirá recortes en el gasto social, empeorando la desigualdad. De igual manera, la persistente atracción hacia la economía de oferta, a pesar de toda la evidencia en su contra (especialmente en periodos de alto desempleo), evitará que se aumenten los impuestos a quienes más tienen.

Incluso, antes de la crisis hubo un reordenamiento del poder económico -de hecho, una corrección de una anomalía con 200 años de historia, en la que la participación asiática del PIB global cayó desde cerca del 50% hasta, en cierto punto, menos del 10%-. El compromiso pragmático con el crecimiento que se percibe actualmente en Asia y en otros mercados emergentes destaca frente a las equivocadas políticas occidentales, que, impulsadas por una combinación de ideología e intereses creados, parecen casi reflejar un compromiso para evitar el crecimiento.

Como resultado, la reestructuración económica global probablemente se acelere. Y casi inevitablemente dará lugar a tensiones políticas. Con todos los problemas que enfrenta la economía global, seremos afortunados si estas presiones no comienzan a manifestarse dentro de los próximos 12 meses.

Algo más que Google

El arca digital

Así como el mundo analógico dispone los libros en bibliotecas y ostenta una valiosa tradición de análisis bibliográfico y servicio a los lectores, el mundo digital presenta un nuevo actor que es el reservorio. Con el sostén económico de la Dirección de la Biblioteca Nacional Argentina, un equipo de especialistas lleva adelante en forma colaborativa el proyecto Acervo digital anotado de Literatura Argentina.
El Acervo digital anotado de Literatura Argentina, un proyecto colaborativo que se realiza con el apoyo de la Biblioteca Nacional, será una biblioteca digital de software libre con especial atención en los contenidos y el agregado de anotaciones de autores de época y contemporáneos, estudiosos e intelectuales que comentarán los textos uniendo nuestro presente y pasado. Además contará con una cronología exhaustiva y biografías para dar énfasis al enriquecimiento y cruzamiento de los textos fundantes de nuestra cultura nacional. Será accesible con una interfaz atractiva pero simple desde las pantallas de las netbooks del programa Conectar Igualdad, para los niños de las escuelas más distantes hasta las escuelas secundarias, universidades y casas de familia.

¿Por qué acervo?

Es una palabra que no se escucha en el ámbito de las bibliotecas. Forma parte más de la terminología de los estudiosos, los docentes, los escritores; alude a algo intangible y a la vez compartido, como nuestra literatura. Justamente hablando de escritores, Julio Cortázar inventó un mundo con tres tipos de seres de los cuales todos tenemos un poco: los curiosos cronopios, las puntillosas famas y las ilusionadas esperanzas.
Con espíritu de famas veamos la definición de acervo en el Diccionario de la Real Academia: Del lat. Acervus: 1. m. Conjunto de bienes morales o culturales acumulados por tradición o herencia. 2. m. Haber que pertenece en común a varias personas, sean socios, coherederos, acreedores, etc. Los bibliotecarios utilizan el concreto término de biblioteca, que acumula, registra, analiza y ofrece libros que se referencian en catálogos para que sean identificados y accedidos por los lectores.
¿Pero cuál es el acervo en las bibliotecas? Habitualmente se habla del fondo bibliográfico. Los acervos o el acervo es un territorio que recorre transversalmente catálogos y fondos, inasible, inexpresable, escapa a los inventarios. Es así porque estamos en el espacio del contenido, hemos abierto el libro, no solo para catalogarlo, o clasificarlo, sino para entrar en él.


Los acervos y los reservorios


Así como el mundo analógico dispone los libros en bibliotecas y ostenta una valiosa tradición de análisis bibliográfico y servicio a los lectores, el mundo digital presenta un nuevo actor que es el reservorio. No es la trasposición de los anaqueles ordenados a los bytes, que es lo que proponen las bibliotecas digitales. El reservorio es el lugar de acumulación, el almacén, más cerca de la tienda de libros que de la biblioteca. Es la propuesta de Google books; se dirige a clientes y esperan que en el futuro sean justamente las bibliotecas digitales y todos nosotros esos clientes.
Los libros digitalizados llegan a los reservorios por muchos caminos, la espontaneidad y hasta piratería como en los de música y video, pero ahora también por acuerdos institucionales, editoriales y empresariales, muy discutidos por cierto, a través de los cuales las bibliotecas y los editores facilitan los libros a estos reservorios que acumularán en forma fiel y responsable y así evitarán duplicaciones de esfuerzos, etc., etc. Esto, en la visión optimista, mientras los escépticos se sienten vagamente expoliados pero sin saber por qué.
El porqué es que cuando se acumulan libros también se acumulan obras, que cuando hay bibliotecas no hay solo fondos, hay acervos. Por eso queremos ir más allá del reservorio y de la biblioteca, dar tangibilidad, al menos relativa, a los bienes comunes de nuestra cultura.

¿A quién pertenecen las obras?



La discusión acerca de si cuando se acopian libros se acumulan obras, es decir, valor intelectual que va más allá de lo físico, fue planteada ya por la Federación Internacional de Asociaciones e Instituciones Bibliotecarias (IFLA) que propone un modelo denominado Functional Requirements for Bibliographic Records (FRBR) que es la versión digital de las normas de catalogación que utilizan las bibliotecas.
Este nuevo modelo parte de separar la obra de sus manifestaciones concretas. Así los ejemplares de un libro, sus ediciones, pero también las películas, ilustraciones, grabaciones, etc. del Martín Fierro remiten todos con una modalidad diferente al Martín Fierro: la obra. Hacen explícito algo que es evidente de manera intuitiva para nosotros los lectores, vulgares cronopios.
Es un gran avance, la catalogación tradicional partía del libro concreto que se tenía en la mano, las FRBR cambian el paradigma planteando que la catalogación no sea el producto de la descripción de un libro concreto, sino una práctica colaborativa en la cual las diferentes bibliotecas compartan la catalogación de las obras y se diferencien en los libros específicos de sus fondos.
Aparentemente todos ganan: el trabajo colaborativo potenciará el registro y descripción de los contenidos de los reservorios a través del trabajo de las bibliotecas, al mismo tiempo que las bibliotecas se nutrirán de las catalogaciones de otras bibliotecas, ¿pero es realmente así?

¿Es posible un acervo digital?


La realidad es que ningún texto, impreso o en computadora, existe fuera de su materialidad. Sin embargo, todos sabemos qué es una obra de un autor, aunque no sepamos qué libro concreto, qué dirección de Internet lo alberga. Entonces estamos en un dilema: Google nos venderá libros que son concretizaciones de obras de nuestro acervo cultural.
Podemos declararnos impotentes o intentar dar algo más, tangibilidad a lo intangible, sumar a nuestros libros aquello que los de Google books no pueden ofrecer, más allá de la enorme potencia del motor de búsqueda, más allá de las palabras de búsqueda libre, agregar un recorrido, una historia, biografías, imágenes, comentarios, ideas, discusión: un acervo.
Es el intento de este proyecto en marcha. Y volviendo a Cortázar, recuerdo algo que le escuché decir en una grabación, era más o menos así: “Es posible que no todos seamos cronopios, pero créame señor, que en las empresas los famas son los poderosos y las esperanzas, bibliotecarios”.


* Consultora lingüística. Docente de la Cátedra Tecnologías en Comunicación Social de la Facultad de Periodismo de la UNLP..
Artículo publicado en el diario Página 12 el 11/01/2012.

Un pequeño paso para la NASA, un gran paso para el software libre

Usemos Linux


La NASA es uno de los organismos más importantes a nivel científico y tecnológico en todo el mundo. Hace ya un tiempo, organizó un concurso de ámbito internacional con el que incentivar el desarrollo de aplicaciones de código abierto para analizar problemas globales.

La noticia del momento es que hace apenas unas semanas, profundizó su compromiso con el desarrollo del software de código abierto al lanzar un portal dedicado a alojar varios de susproyectos, con licencias de código abierto.
Durante las últimas décadas la Agencia Espacial norteamericana, la NASA, ha estado desarrollando software específico para sus tareas y también ha creado una serie de iniciativas para intentar difundir información. Ahora, en vez de información, le toca a las herramientas.

Code.NASA es un nuevo portal con el que la agencia intentará “continuar, unificar y expandir las actividades Open Source de la NASA” dando a conocer algunos de sus proyectos actuales, ofreciendo foros para los investigadores y otros materiales de indudable valor.

De momento, ya hay una serie de Proyectos en marcha con herramientas disponibles para descarga, algunas de ellas tan interesantes como ViSBARD (Visual System for Browsing, Analysis and Retrieval of Data) o Core HSEG Software Package que, aunque tienen aplicaciones específicas para software aeroespacial, son fácilmente aplicables a otros campos de la tecnología.

Google, Facebook y Twitter cerrarán sus portales en rechazo a la ley SOPA

Telesur
El trío Google, Facebook y Twitter encabezan una protesta, que llevarán al menos una decena de los grandes portales de Internet, en rechazo a la aprobación de la ley Stop Online Piracy Act (SOPA) en Estados Unidos (EE.UU.). En este sentido, estas empresas planean el cierre de sus sitios el próximo 23 de enero.

Las mencionadas compañías de Internet, así como Amazon y Wikipedia, se han unido en una sola voz para promover el cierre de sus sitios Web el 23 de enero, un día antes de la fecha límite para la aprobación de la polémica ley.

La ley SOPA, similar al Anti-Counterfeiting Trade Agreement (ACTA) que se fue desestimada en México, le otorgaría facultades al Departamento de Justicia para investigar, perseguir y desconectar a cualquier persona, física o moral, que sea sospechosa de subir material con derechos de autor.

La protesta se debe a que la criticada ley cerraría los sitios de piratería sin mayor investigación, lo que pudiera llevar a la interpretación que se pudieran dañar a sitios honestos. Sitios como Facebook y Twitter también podrían ser criminalizados si sus usuarios comparten contenido ilegal.

Los sitios Web que podrían cerrar el próximo 23 de enero son: Google, Yahoo, Facebook, Foursquare, Twitter, Wikipedia, Amazon, Mozilla, AOL, eBay, PayPal, IAC, LinkedIn, OpenDNS y Zynga.

España: Se aprueba la regulación de la Ley Sinde y se suprime el Canon Digital

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Se suprime el Canon Digital y a cambio, la conocida como Disposición Final de la Ley de Economía Sostenible, la disposición segunda, la regulación de la infame Ley Sinde, acaba de seraprobada en España en el Consejo de Ministros. El país se une así a la “lista negra” de gobiernos en todo el mundo que acaban abdicando al lobby estadounidense. Internet en España es desde hoy un espacio menos libre.

Así lo acaba de confirmar Soraya Sáenz de Santamaría, aunque “aclarando” lo siguiente:

Sólo se va a actuar contra quienes indebidamente hacen negocio con esas descargas ilegales.

Para que entendamos lo que ha ocurrido hace escasos minutos: el nuevo Gobierno ha tomado el doble intento fallido del anterior gobierno en funciones y ha acabado dando luz verde al trámite que faltaba por aprobar para que entre en vigor la regulación.

Un pacto que parecía abocado a este triste final y al que sólo faltaba por ponerle el día, amargo día que entrará a formar parte de la historia en la red en España. Este trámite que faltaba consistía en aprobar el real decreto con el Reglamento de la Comisión de Propiedad Intelectual, el órgano dependiente del Ministerio de Cultura que a partir de ahora podrá cerrar webs que crean con contenido ilegal en un plazo máximo de 10 días previa autorización judicial, pero sin que un juez entre en el fondo del asunto.

Dicho de otra forma, esta Comisión de la que tanto hemos hablado, un grupo de personas elegidas a dedo por el gobierno, tendrá la potestad de ser policía y juez en la red española. Potestad a la que hasta ahora se dedidaban los jueces en España, únicas personas a las que deberíamos dar la autoridad de dicha acción.

Junto a la noticia más triste del año en lo que se refiere a Internet en España, el Consejo de Ministros también anunció la supresión del Canon Digital. Quizá una forma de aminorar el terrible terremoto que se le avecina en forma de denuncia pública de todos y cada uno de los que usamos la red diariamente.

La supresión del Canon estaba incluida en el programa electoral, por lo que también se esperaba esta grata noticia que aún así, deja dudas sobre el “recambio” del mismo. Sí, el Canon se suprime, pero como Santamaría ha dejado claro:

Se sustituirá por nuevos modelos de gestión y retribución, más justos y equitativos, basados en el uso efectivo.

Esos nuevos modelos de gestión no han sido citados. Seguramente no es el momento de añadir más leña a la noticia que confirma la desfachatez de quienes nos gobiernan.