Página 12
El director de la fundación que administra el trabajo colaborativo liderado por Linus Torvalds asegura que el kernel está desarrollado por “los mejores programadores del mundo”. El corazón del sistema operativo cumple 21 años de edad. Microsoft como sponsor.
La historia de cómo Microsoft –principal enemigo de Linux durante dos décadas– se convirtió en uno de los principales contribuyentes de líneas de código al kernel bien merece un golpe de orgullo en el pecho de la comunidad de desarrolladores de la cultura abierta. Y de cómo se convirtió en un deslucido sponsor de la LinuxCon, la conferencia de Linux anual europea –que este año se realiza en Barcelona– no deja de ser entretenido. Steve Ballmer, actual CEO de la empresa, había dicho hace unos años que “Linux era como el cáncer” y que había que erradicarlo. En 2009, sin embargo, Microsoft comenzó a colaborar en líneas de código para el kernel, pero la relación con los desarrolladores no fue del todo buena, más que nada porque el código no se mantenía como esperaban los del mundo Linux. Esos problemas fueron “remediados”, según contó Greg Kroah-Hartman, uno de los picassos de Linux. Los problemas iban en el mismo sentido que Android, cuyas modificaciones fueron implementadas en Linux después de haber sido rechazadas durante años. “Vendieron 100 millones de teléfonos móviles inteligentes, algo deben haber hecho bien”, confió Linus Torvalds en la charla magistral que ofreció en el Fira Hotel, de Barcelona. Jim Zemlin escribió hace unos días un artículo donde decía “Bienvenido a la era post-desktop Microsoft, encontrarás un mundo bastante diferente”. Zemline escribía que “debido a los teléfonos inteligentes, las tabletas y otras computadoras personales, la presencia de Microsoft cayó drásticamente un 30 por ciento en 2012”.
–Y entonces, ¿cómo fue que Microsoft se convirtió en sponsor de la LinuxCon?–No sé, nos llamaron.
–Hace poco le dio la “bienvenida a Windows 8” porque iba a encontrarse con un panorama totalmente distinto a lo que ocurrió hace tres años con la salida de Windows 7. ¿Por qué piensa que Microsoft se acercó a la Fundación Linux?–Microsoft quiere participar en el mundo de Linux, quiere hacer cosas en ese sentido y apoyar lo que sus clientes y el mundo quieren. Yo quería mostrar cómo el mundo ha cambiado dramáticamente en este tiempo. Microsoft representa una gran fuerza de computadoras, cerca del 90 por ciento de las computadoras personales usan Microsoft, tienen una gran influencia en todo el planeta. Pero como van, están perdiendo terreno en el mercado en relación con lo que los clientes quieren y lo que el mundo quiere. Ahora tienen que convivir con tabletas, con teléfonos inteligentes, con la nube, con Internet, y eso es interesante.
–Es más claro entender qué hace Linus Torvalds, pero ¿cuáles son los objetivos de la Fundación Linux?–Usted sabe lo que hace Linus, nosotros tenemos que asegurarnos que Linus Torvalds pueda seguir haciendo lo que hace. Trabajamos en la infraestructura y en el marco legal que le permite hacer el trabajo que hace. Linus dice que no está preocupado por el desarrollo de la tecnología y los contribuyentes al kernel, sino por el sistema legal de patentes. Nosotros defendemos a Linus cuando lo necesita, y mantenemos los servidores para que pueda existir esta escala global de colaboración. Mantenemos las luces prendidas.
–Entre los problemas principales, está el tema de las patentes y los grandes grupos económicos que lucran con ellas. Algunos opositores al sistema de patentes norteamericano proponen irse de Estados Unidos. ¿Usted qué piensa?–Es el mercado tecnológico más grande del mundo, suena poco realista.
–Pero hay un gran problema con las patentes en Estados Unidos. ¿Qué hace la fundación?–Nosotros abogamos por un cambio en el sistema de patentes. Muchos usan el sistema de patentes para sacar plata, pero no hacen realmente nada productivo, es un modelo terrible. La Fundación Linux está trabajando en el sistema de patentes, hay grupos que compran patentes para defender al código abierto. Estamos ayudando a mejorar la calidad de las patentes, trabajamos dentro del kernel para mejorar la colaboración.
–Otra de las cosas que hace la fundación es organizar tres congresos anuales. Pareciera que se mantienen las relaciones de los desarrolladores de conferencia en conferencia.–Estos eventos son un buen ejemplo. Cuando empezó Linux, muchos años atrás, la idea era que se podía trabajar colaborativamente para crear algo de manera remota. Pero aun cuando están las listas de correo, es mejor verse cara a cara, intercambiar ideas, tomar decisiones técnicas. Por eso hacemos estos eventos.
–Hay un trabajo que compara el modelo productivo de Toyota con la cultura colaborativa de Linux.–Sí, lo conozco...
–Pero ellos sí tienen una fábrica y tienen autos. ¡Y ustedes no tienen ni cuartel central!–Somos afortunados, no los necesitamos.
–Hacen software de alta calidad. ¿Cómo lo hacen cuando la mayoría de la gente trabaja en otras empresas, que mantienen el kernel desde “afuera”?–La gente que trabaja en la Fundación Linux tiene grandes oficinas, todos trabajamos en casa, pero puedo decirte con absoluta seguridad, porque es una política de la empresa, cada miembro de la Fundación Linux toma una ducha una vez al día antes del mediodía. Pero en términos de trabajar con software alrededor del mundo, haciendo software colaborativo, la respuesta es sí, Linux fue construido en casas, que apoyan la comunidad en todo el mundo. Lo más impresionante es que grandes servidores de Internet, aparatos médicos críticos, autos, todo eso corre en Linux y muestra que se puede producir de otra manera, es grandioso ser parte de esto.
–El modelo ha sido replicado, pero no exactamente de la misma manera.–Ni sé cuánta gente trabaja en Mozilla. Pero Apache webserver, Webkit, tecnologías web, hay miles de ejemplos de similitudes en el trabajo colaborativo: open stack, mysql, Libreoffice, estos son todos productos creados usando el modelo de Linux y tienen la misma estructura de gobierno. Esa es la forma de crear software, es también usando software en la industria de la ciencia, de la minería, y el famoso crowdsourcing, que está basado en los principios de Linux.
–Pero ¿por qué son tan pequeños como organización?–Si necesitáramos ser más grandes, lo seríamos. Somos mucho más grandes que hace cinco años. Somos grandes porque la infraestructura de conectividad de los servidores que llevan los procesos de Linux ha crecido. Pero sobre todo somos estables y podremos seguir siéndolo. Porque Linux seguirá existiendo por 50 o 100 años más, y mientras construyamos una infraestructura que pueda apoyar ese modelo para que los que hacen Linux sigan haciéndolo entonces, o quien venga después, entonces habremos hecho un buen trabajo. No seremos más grandes si no lo necesitamos.
–Son una especie de organización en la nube.–¡Sí! La gente que trabaja en la Fundación Linux es muy buena en lo que hace. Algunos de los mejores programadores del mundo trabajan en Linux. Si pensamos en los ingenieros como en pintores, Picasso y Rembrandt serían desarrolladores de Linux. Greg Kroah-Hartman y Linus Torvalds son de los mejores programadores de todo el mundo.
La historia de cómo Microsoft –principal enemigo de Linux durante dos décadas– se convirtió en uno de los principales contribuyentes de líneas de código al kernel bien merece un golpe de orgullo en el pecho de la comunidad de desarrolladores de la cultura abierta. Y de cómo se convirtió en un deslucido sponsor de la LinuxCon, la conferencia de Linux anual europea –que este año se realiza en Barcelona– no deja de ser entretenido. Steve Ballmer, actual CEO de la empresa, había dicho hace unos años que “Linux era como el cáncer” y que había que erradicarlo. En 2009, sin embargo, Microsoft comenzó a colaborar en líneas de código para el kernel, pero la relación con los desarrolladores no fue del todo buena, más que nada porque el código no se mantenía como esperaban los del mundo Linux. Esos problemas fueron “remediados”, según contó Greg Kroah-Hartman, uno de los picassos de Linux. Los problemas iban en el mismo sentido que Android, cuyas modificaciones fueron implementadas en Linux después de haber sido rechazadas durante años. “Vendieron 100 millones de teléfonos móviles inteligentes, algo deben haber hecho bien”, confió Linus Torvalds en la charla magistral que ofreció en el Fira Hotel, de Barcelona. Jim Zemlin escribió hace unos días un artículo donde decía “Bienvenido a la era post-desktop Microsoft, encontrarás un mundo bastante diferente”. Zemline escribía que “debido a los teléfonos inteligentes, las tabletas y otras computadoras personales, la presencia de Microsoft cayó drásticamente un 30 por ciento en 2012”.
–Y entonces, ¿cómo fue que Microsoft se convirtió en sponsor de la LinuxCon?–No sé, nos llamaron.
–Hace poco le dio la “bienvenida a Windows 8” porque iba a encontrarse con un panorama totalmente distinto a lo que ocurrió hace tres años con la salida de Windows 7. ¿Por qué piensa que Microsoft se acercó a la Fundación Linux?–Microsoft quiere participar en el mundo de Linux, quiere hacer cosas en ese sentido y apoyar lo que sus clientes y el mundo quieren. Yo quería mostrar cómo el mundo ha cambiado dramáticamente en este tiempo. Microsoft representa una gran fuerza de computadoras, cerca del 90 por ciento de las computadoras personales usan Microsoft, tienen una gran influencia en todo el planeta. Pero como van, están perdiendo terreno en el mercado en relación con lo que los clientes quieren y lo que el mundo quiere. Ahora tienen que convivir con tabletas, con teléfonos inteligentes, con la nube, con Internet, y eso es interesante.
–Es más claro entender qué hace Linus Torvalds, pero ¿cuáles son los objetivos de la Fundación Linux?–Usted sabe lo que hace Linus, nosotros tenemos que asegurarnos que Linus Torvalds pueda seguir haciendo lo que hace. Trabajamos en la infraestructura y en el marco legal que le permite hacer el trabajo que hace. Linus dice que no está preocupado por el desarrollo de la tecnología y los contribuyentes al kernel, sino por el sistema legal de patentes. Nosotros defendemos a Linus cuando lo necesita, y mantenemos los servidores para que pueda existir esta escala global de colaboración. Mantenemos las luces prendidas.
–Entre los problemas principales, está el tema de las patentes y los grandes grupos económicos que lucran con ellas. Algunos opositores al sistema de patentes norteamericano proponen irse de Estados Unidos. ¿Usted qué piensa?–Es el mercado tecnológico más grande del mundo, suena poco realista.
–Pero hay un gran problema con las patentes en Estados Unidos. ¿Qué hace la fundación?–Nosotros abogamos por un cambio en el sistema de patentes. Muchos usan el sistema de patentes para sacar plata, pero no hacen realmente nada productivo, es un modelo terrible. La Fundación Linux está trabajando en el sistema de patentes, hay grupos que compran patentes para defender al código abierto. Estamos ayudando a mejorar la calidad de las patentes, trabajamos dentro del kernel para mejorar la colaboración.
–Otra de las cosas que hace la fundación es organizar tres congresos anuales. Pareciera que se mantienen las relaciones de los desarrolladores de conferencia en conferencia.–Estos eventos son un buen ejemplo. Cuando empezó Linux, muchos años atrás, la idea era que se podía trabajar colaborativamente para crear algo de manera remota. Pero aun cuando están las listas de correo, es mejor verse cara a cara, intercambiar ideas, tomar decisiones técnicas. Por eso hacemos estos eventos.
–Hay un trabajo que compara el modelo productivo de Toyota con la cultura colaborativa de Linux.–Sí, lo conozco...
–Pero ellos sí tienen una fábrica y tienen autos. ¡Y ustedes no tienen ni cuartel central!–Somos afortunados, no los necesitamos.
–Hacen software de alta calidad. ¿Cómo lo hacen cuando la mayoría de la gente trabaja en otras empresas, que mantienen el kernel desde “afuera”?–La gente que trabaja en la Fundación Linux tiene grandes oficinas, todos trabajamos en casa, pero puedo decirte con absoluta seguridad, porque es una política de la empresa, cada miembro de la Fundación Linux toma una ducha una vez al día antes del mediodía. Pero en términos de trabajar con software alrededor del mundo, haciendo software colaborativo, la respuesta es sí, Linux fue construido en casas, que apoyan la comunidad en todo el mundo. Lo más impresionante es que grandes servidores de Internet, aparatos médicos críticos, autos, todo eso corre en Linux y muestra que se puede producir de otra manera, es grandioso ser parte de esto.
–El modelo ha sido replicado, pero no exactamente de la misma manera.–Ni sé cuánta gente trabaja en Mozilla. Pero Apache webserver, Webkit, tecnologías web, hay miles de ejemplos de similitudes en el trabajo colaborativo: open stack, mysql, Libreoffice, estos son todos productos creados usando el modelo de Linux y tienen la misma estructura de gobierno. Esa es la forma de crear software, es también usando software en la industria de la ciencia, de la minería, y el famoso crowdsourcing, que está basado en los principios de Linux.
–Pero ¿por qué son tan pequeños como organización?–Si necesitáramos ser más grandes, lo seríamos. Somos mucho más grandes que hace cinco años. Somos grandes porque la infraestructura de conectividad de los servidores que llevan los procesos de Linux ha crecido. Pero sobre todo somos estables y podremos seguir siéndolo. Porque Linux seguirá existiendo por 50 o 100 años más, y mientras construyamos una infraestructura que pueda apoyar ese modelo para que los que hacen Linux sigan haciéndolo entonces, o quien venga después, entonces habremos hecho un buen trabajo. No seremos más grandes si no lo necesitamos.
–Son una especie de organización en la nube.–¡Sí! La gente que trabaja en la Fundación Linux es muy buena en lo que hace. Algunos de los mejores programadores del mundo trabajan en Linux. Si pensamos en los ingenieros como en pintores, Picasso y Rembrandt serían desarrolladores de Linux. Greg Kroah-Hartman y Linus Torvalds son de los mejores programadores de todo el mundo.
Comments
No responses to “"Picasso y Rembrandt trabajan para Linux"”
Publicar un comentario
Escribanos sus comentarios: