Diario Gestión
Kurt Burneo Farfán
Economista
Economista
En la literatura económica
sobre determinantes del crecimiento, el acceso al financiamiento es un factor
relevante, y siendo, por su número, las micro y pequeñas empresas (mypes) las
unidades predominantes en los países en vías de desarrollo, resulta crucial
facilitarles el acceso a servicios financieros. En esta nota brevemente
comentaré sobre una innovadora iniciativa que facilitaría este objetivo.
Hoy, en el Perú, con algo más de tres millones de mypes, solo la mitad
accede a servicios financieros. ¿Y esto por qué? Por varias
razones: garantías insuficientes, inexistencia de background financiero,
informalidad etc. Todo esto restringe a este tipo de firmas calificar como
sujetos de crédito bajo las herramientas tradicionales de evaluación
crediticia. Frente a esto, existe una
interesante opción alternativa de medición, como es la evaluación sicométrica,
la cual posibilitaría a las instituciones financieras investigar el perfil
sicológico, la integridad, ética, la inteligencia y la habilidad para los
negocios de los empresarios como variables fiables de la solvencia crediticia
de las mypes y así flexibilizar algo las barreras de acceso a servicios financieros,
dado que hay requisitos por regulación que aún deben ser mantenidos. Esta
herramienta evaluativa alternativa, en realidad es un modelo de la Entrepreunerial Finance Lab, empresa sin fines de lucro
escindida del Entrepreneurial Finance LabResearch Initiative de la Universidad
de Harvard. La calificación en este
modelo se sustenta en los aspectos básicos de la evaluación del riesgo
financiero relacionados con las personas, en lugar ya sea del negocio, el
historial crediticio o la constitución de garantías.
El modelo busca determinar cuál será el flujo de caja futuro de los
empresarios y la disposición que tendrían para pagar sus créditos. Investigaciones recientes
evidencian relaciones sistemáticas entre el éxito empresarial y atributos
personales. De esta forma,
empresarios exitosos logran sistemáticamente calificaciones más altas en
ciertas pruebas de aptitud detentando rasgos de personalidad y estilos
cognitivos particulares que son medibles. Por ello, se han construido
herramientas estadísticas para mensurar estas dimensiones utilizando parámetros
sicológicos, que en su conjunto constituyen la sicometría.
Sobre la base de estos
desarrollos, el Centro de Desarrollo Internacional (CID por su acrónimo en
inglés) de la Universidad de Harvard, emprendió una iniciativa con respaldo
financiero de Google.org para crear una herramienta de evaluación y ponerla a
prueba en Latinoamérica y África. La metodología se aplicó con 3,000 clientes
de nueve instituciones financieras. Se evaluó estadísticamente comparando las
calificaciones que lograron los empresarios con su desempeño en el ámbito de
los negocios y su historial de reembolso de préstamos. Las implementaciones
simuladas muestran una reducción entre 20% y 25% en las tasas de incumplimiento
y un incremento entre 15% y 30% en las utilidades, a un costo de menos del 40%
de las evaluaciones y procesos de debida diligencia tradicionales. En suma, esta metodología mostraría mayor capacidad
predictiva comparada con los modelos clásicos de
evaluación crediticia, basados en récords crediticios y estados financieros
auditados; al analizarse la incidencia de estas pruebas sobre el riesgo, el
rendimiento y el acceso global al financiamiento. A todo esto la buena noticia es que en el Perú ya hay
un banco, que en experiencia piloto desde julio está aplicando esta herramienta
de evaluación alternativa con US$ 400,000 colocados en créditos con
calificación de normal y adicionalmente el BID ya estaría evaluando financiar
este tipo de iniciativas a una escala mayor. Claramente estamos frente a un
caso en el que la innovación posibilitaría una mayor inclusión financiera.
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