El Buen Vivir y la Economía del Conocimiento


TRES USOS DEL CAPITAL INTELECTUAL EN LA ECONOMÍA DEL CONOCIMIENTO

°William Zavaleta Huaccha

Se suele afirmar en la literatura, que el capital intelectual es un concepto difícil de entender, argumentándose que la existencia de una gran cantidad de definiciones, es una razón principal que abona en esa complicación.

Y claro, una inicial experiencia con el capital intelectual, frustrante en su entendimiento y/o en su praxis organizacional, puede ser tentada a buscar inconsistentes justificaciones.

Es cierto, el capital intelectual, no es un concepto fácil de entender, porque al igual que muchos conceptos de la economía del conocimiento, para ser entendidos, se tiene que abandonar la lógica de la economía industrial, por una lógica nueva, dinámica y creativa, la “lógica de la economía del conocimiento”.

Un concepto que se desplaza en el tiempo, y que se hizo visible cuando Edvinsson, acertadamente, lo representara en un Navegador, es para confundir a cualquiera.“Que no se pueda ver, no significa que no se pueda medir”,es una expresión queresuena aun con singular fuerza, la necesaria para advertir la importancia de medir el valor económico de los activos intangibles en una organización, la que sumada al valor de los activos tangibles, nos dan el valor total contable de una organización.

Simultáneamente, más de un centenar de indicadores de capital intelectual, devienen en un gran desafío de gestión para alcanzar las metas organizacionales.

Pero entonces, ¿es una medida del valor económico de los activos intangibles o una herramienta de gestión?. Llegado a este punto, es más fácil ignorarlo que entenderlo, y es eso, lo que suelen hacer, muchas Escuelas de Economía y Administración.

Sigamos. Capacidades (humanas, estructurales y relacionales) para generar economía, es una definición del capital intelectual, que en lo particular, me satisface.¿Capacidad (es) para producir?, es un concepto que describe un medio de producción intangible.¿Qué produce? bienes intangibles. Y las capacidades pueden estar presente en las organizaciones; pero también, en cada uno de los profesionales o técnicos independientes, cuando creativamente producen y ofertan un servicio, en general un bien intangible.

Pues bien, es así, como al estudiar y aplicar el capital intelectual, descubrimos tres usos del mismo: una medida del valor de los activos intangibles, herramienta de gestión y medio de producción…¿qué espera para usarlos?

º El Autor es Magíster en Desarrollo y Gestión e Ingeniero Ambiental. Docente en el  Antegrado de la Facultad de Ingeniería Económica, Estadística y Ciencias Sociales, en  el Posgrado de la Facultad de Ingeniería Ambiental de la Universidad Nacional de Ingeniería, y en el MBA de la Facultad de Ciencias Administrativas de la USMP, Lima – Perú. Investigador en Economía y Gestión del Conocimiento.

La Lógica de la Economía del Conocimiento, es un artículo escrito por el autor.

Seminario: La Gestión Empresarial en la Economía del Conocimiento


LATINOAMERICA Y EL DESARROLLO EN LA ECONOMÍA DEL CONOCIMIENTO

°William Zavaleta Huaccha

El Bicentenario de la Independencia de varios Estados Sudamericanos, representa un contexto de singular trascendencia, que debe invitar a la reflexión, no solo del camino transitado, sino también, a la discusión de conceptos, estrategias y/o fundamentos, que han de guiar en adelante, las políticas de nuestros países para alcanzar el Desarrollo.

La vigencia del modelo económico neoliberal en algunos Estados Latinoamericanos, supone, el congelamiento de remuneraciones (busca atraer inversiones, las cuales por lo general se orientan a los sectores primarios y comerciales), la “libre competencia” (se traduce en captura del estado por grupos económicos nacionales e internacionales), la flexibilización laboral, etc., ocasionando un incremento de la desigualdad social, la generación de monopolios, la precarización del trabajo, etc.

La implementación de modelos de economía nacional de mercado, por gobiernos progresistas, con el mayor impulso económico a la educación, la mejora de las remuneraciones, la regulación del mercado en mayor o menor grado, esfuerzos orientados a disminuir la desigualdad social.

Los precios altos de las materias primas, en el lapso de una década aproximadamente, favoreció el crecimiento económico en las economías de la región, independientemente del modelo económico aplicado, y si bien, se tradujo en un incremento de los ingresos de la población, se ha sobredimensionado sus resultados, al anunciar la reducción ostensible de la pobreza, cuando ésta, en realidad, se calcula a partir de pobreza monetaria, una línea económica extremadamente baja.

La desaceleración económica internacional, crisis en algunas economías, originada por la desregulación del sistema financiero norteamericano, hecha crisis a partir del 2007, alcanza en la actualidad, no solo a economías extractivas, como la nuestra, sino también, a economías manufactureras, y tecnificadas. Alcanza también, a ambos modelos económicos mencionados.

Una respuesta económica común a ambos modelos, ha centrado sus esfuerzos en la expansión keynesiana, logrando poco o ningún resultado.

Los gobiernos neoliberales, en tanto, han reducido impuesto a las grandes empresas con la intención manifiesta de reanimar la inversión, situación que no se ha dado, porque es claro, que a menor demanda, menor inversión privada.

Durante décadas realizamos esfuerzos por configurar estados capitalistas o socialistas industriales, buscando impulsar este tipo de producción, solo México y Brasil, lograron dar pasos iniciales en esa  dirección, los demás, fallamos en el intento, seguimos siendo economías primarias.

De cara al Bicentenario en nuestros países latinoamericanos, emprender iniciativas inscritas en políticas que nos lleven al Desarrollo, pasa por reconocer que la economía internacional, al transitar por un nuevo estadio tecnológico - productivo, ha devenido en Economía del Conocimiento, y que esta representa, un estadio del desarrollo, superior al industrial.

Al igual que en el pasado configuramos un Estado Industrial, con la aspiración de impulsar este tipo de economía, hoy en nuestros países, se hace necesario impulsar un Estado para la Economía Social del Conocimiento.

Un Estado para la “Economía Social del Conocimiento basado en Capital Intelectual”, debe considerar un código para el conocimiento, el equivalente a la ley de sociedades mercantiles de la economía industrial, en ella, la propiedad del conocimiento, compartida entre inversionista y creador, es un imperativo para alejarnos de la ineficiencia y la inequidad. El reconocimiento legal de activos intelectuales de la empresa, de técnicos y profesionales. La transacción económica de los activos intelectuales de técnicos y profesionales que he denominado “Derechos de Transferencia Laboral”.

En general, nuevas herramientas económicas para un nuevo Estado, que además, contribuyen a una reactivación económica, desde una perspectiva de la equidad.

La educación para la innovación es otra de sus características, un educando que ha de innovar y/o generar conocimiento, que nos aleje de ser países importadores netos de conocimiento. Una educación que forja un sujeto dinamizador del crecimiento económico.

Construir Economía del Conocimiento, implica, que nuestras políticas, generen igualdad de oportunidades, para el acceso a la educación de calidad, con la finalidad de que sus ciudadanos alcancen el progreso personal, en base a sus esfuerzos y capacidades intelectuales. De hecho los ingresos en este tipo de economía se deben corresponder con los esfuerzos mencionados.

Impulsar Economía del Conocimiento, demanda, invertir en investigación, innovación e infraestructura tecnológica, más que en infraestructura física, es decir, invertir para desarrollar capital intelectual. Y es que existe una “Lógica de la Economía del Conocimiento”

En definitiva, se requiere construir un Estado e implementar políticas que favorezcan la democratización del acceso, la generación y la aplicación económica del conocimiento, a esto le he llamado “Teoria D: Desarrollo por el Capital Intelectual”, una contribución, para alcanzar el Desarrollo, en nuestros países latinoamericanos.

ECONOMÍA SOCIAL DEL CONOCIMIENTO: Modelo basado en capital intelectual, por William Fernando Zavaleta Huaccha, está registrado bajo Licencia Creative Commons Atribución - Compartir Igual 4.0 Internacional

La “TEORIA D” Teoría del Desarrollo por el Capital Intelectual, creada en noviembre del 2013 por el Mag. Ing. William Fernando Zavaleta Huaccha, se encuentra registrada bajo una Licencia Creative Commons Atribución – Compartir Igual 3.0 Unported.

Derechos de Transferencia Laboral , por William Zavaleta Huaccha, se encuentra registrada bajo una
Licencia Creative Commons Atribución 3.0 Unported

“La Lógica de la Economía del Conocimiento” es un artículo escrito por el autor del presente.

VIDEO CONFERENCIA INTERNACIONAL: "INDUSTRIA Y ESTADO EN LA ECONOMÍA DEL CONOCIMIENTO"


Los retos del Estado en México para impulsar el crecimiento económico en el capitalismo del conocimiento

El siguiente es un sección de la publicación: "Escapando del Neoliberalismo: El reto del Estado en México para impulsar el crecimiento económico en el capitalismo del conocimiento",  pertenece al colega y amigo Carlos Manuel Sánchez Ramírez, Catedrático de la Universidad Autónoma de México.


En las últimas tres décadas y en el marco del capitalismo del conocimiento, México ha seguido primordialmente una vía de desarrollo neoliberal que ha limitado el despliegue de todo su potencial de crecimiento económico como se expone en el apartado anterior.

El reciente ascenso de los países asiáticos y en particular de China, a partir de una vía de desarrollo distinta del neoliberalismo y con una participación activa del Estado en el desarrollo, acentúa la necesidad de replantear el rol del Estado en la nueva fase de desarrollo. Además, el fuerte crecimiento económico que han presentado países como China e India en las últimas décadas, ha facilitado el proceso de búsqueda de una vía de desarrollo posneoliberal en Latinoamérica, donde las experiencias más avanzadas, si bien inacabadas, se encuentran en Brasil y Argentina.

A partir del desempeño insuficiente de nuestro país en el marco de una economía global dominada por la valorización del conocimiento y los acelerados ritmos de innovación, resulta necesario plantear un cambio en la orientación de la vía de desarrollo del país, en función de premisas nacionales y de un proyecto propio que le permita escapar del neoliberalismo. Los determinantes de este nuevo proyecto se deben corresponder con las nuevas condiciones generales de la producción y la acumulación en el capitalismo del conocimiento y con el nuevo tipo de conflictividad social propio de esta fase de desarrollo, a la cual el Estado necesariamente tiene que dar una solución.

Bajo esta lógica, Ordoñez (2004, 2013) delinea y posteriormente profundiza en un conjunto de condiciones generales de la producción para que el conjunto de los capitales lleven a cabo un proceso de acumulación en la nueva fase de desarrollo, mismos que se exponen sintéticamente en los siguientes párrafos como una aproximación de los retos actuales del Estado. Partiendo de la idea de que cada fase de desarrollo tiene sus propias condiciones generales y específicas para la producción y acumulación del capital, en la fase de desarrollo fordista-keynesiana, una condición general de la acumulación fue el desarrollo de la infraestructura física, dado que el sector articulador y dinamizador del crecimiento era el complejo automotriz, metalmecánico y petroquímico, la infraestructura ligada a los transportes (carreteras, puertos y aeropuertos) y a la electricidad cobraron importancia. En esta nueva fase de desarrollo las condiciones generales de la acumulación son diferentes, sin que esto implique que la infraestructura física deje de tener un papel importante, el desarrollo de una infraestructura en informática y telecomunicaciones, así como su acceso y uso generalizado, juegan el papel principal: desarrollo de una infraestructura informática y de las telecomunicaciones para la transmisión y difusión del conocimiento, desarrollo e integración internacional en procesos de conocimiento, así como integración del sector científico educativo y de las comunidades del conocimiento en los procesos productivos.

Un segundo determinante de la producción y la acumulación es la necesidad de la reproducción cognitiva de la fuerza de trabajo, que implica el desarrollo de lo que Marx llamó el trabajo complejo. Para que se pueda dar una reproducción cognitiva de la fuerza de trabajo del obrero colectivo, se requiere un determinado tipo de solución a la conflictividad social, donde el Estado está involucrado directamente. Además, es importante el desarrollo de rentas de aprendizaje, que combinan los procesos de aprendizaje en nichos específicos con las ventajas competitivas que tienen los países en desarrollo de nivel medio como el nuestro: una importante fuerza de trabajo con costos laborales competitivos internacionalmente y un cierto nivel de calificación.

Un tercer determinante de la acción del Estado es la necesidad de promover el desarrollo de sectores estratégicos con fuertes efectos multiplicadores sobre el conjunto de las actividades, en particular del SEIT; aprovechando su capacidad articuladora y dinamizadora del crecimiento, privilegiando un conjunto de políticas de desarrollo e integración directa o indirecta con las cadenas globales de valor de las actividades del SEIT, con el fin de generar una oferta creciente a precios decrecientes.

Un último determinante a considerar es la adopción de medidas que contrarresten el monopolio natural, garantizado por las patentes, de las empresas que crean estándares tecnológicos. En esta economía schumpeteriana las patentes juegan un doble papel relacionado con el intento de valorización y apropiación privada de una actividad que de suyo es social y acumulativa como lo es el conocimiento. Por un lado protegiendo a las empresas que crean nuevos estándares tecnológicos y constituyendo al mismo tiempo, un freno al proceso de innovación y generación de nuevos estándares tecnológicos. Para contrarrestar este proceso, es necesario reducir el periodo de las rentas monopólicas con el fin de que los procesos de innovación se aceleren y se garantice la oferta a precios decrecientes, condición necesaria de un crecimiento en espiral, acorde al nuevo ciclo de crecimiento dinamizado por el SEIT.

En resumen, el accionar del Estado en México en la producción y el desarrollo económico en el capitalismo del conocimiento, debe orientarse inicialmente en contrarrestar los procesos de transferencia de valor para facilitar el salto hacia las tecnologías más avanzadas o sectores de punta, creando nichos de mercado que permitan al país generar una cierta renta tecnológica a partir de la especialización en sectores específicos. La meta es combinar las ventajas competitivas a partir de la generación de rentas de aprendizaje que permitan la especialización en nichos específicos.

LA PROPIEDAD DE LAS INNOVACIONES Y LA ECONOMÍA SOCIAL DEL CONOCIMIENTO

°William Zavaleta Huaccha

Siendo la desaceleración económica una preocupación de alcance latinoamericano, y habiendo sustentado en una publicación anterior, la Economía Social del Conocimiento, como alternativa a este fenómeno económico, me ocupo en esta entrega, de un componente de ella, la propiedad de las innovaciones que son generadas bajo relación laboral dependiente.

De la observación empírica de los negocios, se aprecia desde décadas atrás, que la dinámica económica, se da centralmente en las innovaciones generadas en los mismos, sea mediante un nuevo producto, la modificatoria de uno existente, la incorporación de un nuevo proceso, la inclusión de una nueva maquinaria y/o una nueva materia prima, etc.

En la generación de estas innovaciones, concurren, según se observa, la inversión del empresario (s) y las capacidades de profesionales y/o técnicos. A esta conclusión también se llega cuando hacemos un estudio más riguroso de este fenómeno creador, desde la Teoría del Capital Intelectual. En ella, cuando se realiza el cálculo de uno de sus componentes, el Capital Estructural (CE)  -recordar CI= CH + CE + CR-  se considera al Capital Innovación (según Edvinsson, es la capacidad de renovación y los resultados de la innovación en forma de derechos comerciales protegidos, propiedad intelectual y otros activos intangibles y talentos usados para crear y llevar rápidamente al mercado nuevos productos y servicios) parte del Capital Estructural.

Es así como el Capital Innovación  -generado por la inversión en investigación y desarrollo del empresario y la eficiencia de uso de esa inversión por parte del profesionales y/o técnicos-  contribuye al desempeño y al valor total de la empresa, en el entendido, que el valor total contable de la empresa, es representado por el valor tangible más el valor intangible, este último es Capital Intelectual.

Desde el análisis macroeconómico, según hemos indicado, una sistemática y agresiva inversión en Capital Intelectual, nos posibilita el paso del “Ingreso en la Economía Industrial” al “Ingreso en la Economía del Conocimiento”, así:

Y´ = DY =  (D C  x i)a x  Y
                                    
                                              Y´= ingreso en la economía del conocimiento
                                              Y = ingreso en la economía industrial

Como se aprecia, tanto a nivel micro como macroeconómico, la inversión en Innovación & Desarrollo, en general en Capital Intelectual, juegan un rol fundamental, y son indispensables para configurar una Economía del Conocimiento.

Un enfoque Social de la Economía del Conocimiento basada en Capital Intelectual, implica entre otros, que la propiedad de las innovaciones generadas, sean compartidas entre empresario y creador o creadores de las innovaciones, situación que la ley de nuestros países latinoamericanos no reconoce en su gran mayoría.

La modificatoria de las reglas de juego de la economía en este punto (democratización de la propiedad de las innovaciones), al recrear las condiciones para multiplicar las mismas, debe mejorar los ingresos de empresarios, profesionales y/o técnicos, incrementar el consumo y propiciar paulatinamente la reactivación económica; favoreciendo la construcción de una Economía Social del Conocimiento, alternativa al modelo neoliberal.

La implementación de una propuesta democratizadora de la propiedad de las innovaciones, tal como lo hemos descrito en el párrafo anterior, no está contrapuesta, a aquella, que por motivos excepcionales para la economía, el estado promueva la propiedad pública de innovaciones y/o conocimientos, previa compensación económica a sus creadores.


° El Autor es Magister en Desarrollo y Gestión e Ingeniero Ambiental, Docente en el Antegrado de Facultad de Ingeniería Económica, Estadística y CCSS, en el Posgrado de la Facultad de Ingeniería Ambiental de la Universidad Nacional de Ingeniería, Lima- Perú. Investigador en Economía y Gestión del Conocimiento.


° ECONOMÍA SOCIAL DEL CONOCIMIENTO: Modelo basado en capital intelectual, por William Fernando Zavaleta Huaccha, está registrado bajo Licencia Creative Commons Atribución - Compartir Igual 4.0 Internacional

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